- Controlar la cantidad de alimentos que se consumen, pero fundamentalmente seleccionando los alimentos: previniendo aquellos de alto valor calórico, como las grasas saturadas, evitando también los hidratos de carbono refinados de muy baja calidad nutricional.
- Hacer una buena actividad física diaria: una simple caminata ágil de 30 a 60 minutos gasta de 100 a 200 calorías. Mientras más actividad más energía consumimos.
- Controlar el peso con una balanza de forma diaria ya que permite detectar los cambios a tiempo. Es conveniente pesar siempre a la misma hora, y desnuda.
- En los niños evitar los típicos bocados ticos en grasas y el exceso de golosinas, dulces y galletitas.
- Consultando un nutricionista para el cálculo calórico de la dieta, el tipo de alimento y preparar su menú.
autor: José Alejandro López Hernández.
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